A la madrugada vas caminando por la calle
y sentís que alguien te pisa los talones,
das vuelta la cabeza varías veces
y es solo la sombra de los edificios
o el paso de algún gato
que corre detrás tuyo.
Mientras estás en la mesa
con tu grupo de amigos
crees que falta alguien todo el tiempo.
Subís por la explanada,
bajás por la cantera,
tenés ganas de sacarte la ropa
y nadar en el río,
pero hace frio
y estás en un puerto
donde las aguas son dragadas
de forma permanente.
Querrías llegar hasta un barco
que está detenido,
trepar por una escalera
de sogas trepidantes
y decirle a la tripulación algo especial
y que con eso alcance para que
te recuerden para siempre:
-¿Hoy qué drogas hay, muchachos?
En el mapa que está clavado en tu estudio
un país conocido se esfuma de repente.
Tiembla un suave tórtolo sobre las ramas
y tiemblan las ramas bajo el suave tórtolo.
Preferir no existir es ahorrarle al mundo
el precio de tu felicidad,
preferir la felicidad en cambio
es entrar en un mundo de dolor.
Estuviste ausente treinta años
viajando por poblaciones extranjeras...
Ahora prendés la luz de tu departamento
y ves al hombre que vive
en la casa que está frente a la tuya
como se masturba en sus helechos,
y se derrama entre las flores.
Entonces te das cuenta
de que tu vida va a cambiar.
Francisco Garamona

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