(La disputa sensible)

“Intenté registrar las pasiones tristes de una época. Es solo una canción de cuna para la adultez agilada. Creo que la comodidad organizada es nuestra amarga utopía (como todas las cosas, esta comodidad está sostenida por diferentes fuerzas: resignación, impotencia, disfrute y goce, cinismo). En la canción reitero, “sin alarma y sin sorpresas”, hay una silenciosa y productiva complicidad de fondo con todo lo que a priori parecemos rechazar; la propiedad, la familia, la idea de progreso, de bienestar económico, de tranquilidad social, de mantener relaciones humanas “normales” (¿Cómo estás?, ¿Todo tranquilo?, ¿Todo en orden?). En fin, creo que esto también hay que pensarlo en profundidad...La disputa por la tranquilidad tiene su reverso en una disputa por la intensidad, por las formas de vivir y de valorizar la vida. Por eso digo, 'este gobierno no nos representa´, no me refiero solo a formas reconocidas de representación política; hay un primer gesto irrenunciable -e indelegable- que implica el rechazo sensible a los modos en que se pretende gestionar -y anestesiar- nuestras vidas, ´ellos no nos representan, ellos no hablan por nosotros´, eso, el nosotros arbitrario (pero perdurable) no puede ser pervertido por estas maquinarias Políticas” (Thomas Yorke)
Por Colectivo Juguetes Perdidos

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