cartas de Nadezhda Tolokonnikova de Pussy Riot a Slavoj Žižek desde la cárcel

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2 de enero de 2013





Querida Nadezhda,
Espero que hayas podido organizar tu vida en prisión alrededor de pequeños rituales que la hagan tolerable, y que hayas tenido tiempo para leer. Aquí van mis reflexiones en relación a tu problema.
John Jay Chapman, un ensayista político americano, escribió esto sobre los radicales en 1900: “Realmente, siempre dicen lo mismo. No cambian; los demás son los que cambian. Son acusados de los crímenes más repelentes, de egoísmo y de obsesión por el poder, indiferencia por el destino de su causa, fanatismo, trivialidad, falta de sentido del humor, bufonería e irreverencia. But they sound a certain note. De ahí el poder práctico de los radicales persistentes. Aparentemente, nadie les sigue, pero todo el mundo se los cree. Usan un diapasón y suenan cómo un La, y todo el mundo sabe que es un La, pero con el tiempo nos damos cuenta que la nota era un Sol menor”. No crees que ésta es una buena descripción de los efectos de las performances de Pussy Riot? A pesar de todas las acusaciones, sonáis a una nota específica. Puede parecer que la gente no os siga, pero, secretamente, creen en ti, saben que estás diciendo la verdad o que, aún más, estás defendiendo la verdad.
Pero, ¿qué es la verdad? ¿Por qué son tan violentas las reacciones ante las actuaciones de Pussy Riot, no sólo en Russia? Todos los corazones estaban de tú lado mientras eras percibida como simplemente otra versión de las protestas liberal-democráticas contra el estado autoritario. En el momento en que se vio claro que rechazabais el capitalismo global, hablar sobre Pussy Riot se volvió mucho más ambiguo. Lo incomodo de Pussy Riot, en ojos de los liberales, es que hacéis visible la comunidad oculta entre el estalinismo y el capitalismo global contemporáneo.
[Žižek explora lo que ve como una tendencia global para limitar la democracia]. Desde la crisis de 2008, la desconfianza en la democracia, antes limitada únicamente al tercer mundo o a las economías post-comunistas en desarrollo, está aumentado en países occidentales. ¿Pero, y si esta desconfianza estuviera justificada? ¿Y si sólo los expertos pueden salvarnos?
Pero la crisis sirvió como prueba de que son estos expertos los que no saben qué están haciendo, no la gente. En la Europa occidental, estamos viendo como la élite dirigente cada vez sabe menos como dirigir. Mira el modo en que Europa está gestionando el caso de Grecia.
No me sorprende, pues, que Pussy Riot nos convierte a todos en aprensivos. Sabéis muy bien lo que no sabéis y no pretendéis obtener respuestas rápidas o fáciles, pero nos estáis diciendo que aquellos que están en el poder tampoco las tienen. Vuestro mensaje es que en la Europa de hoy los ciegos están guiando a los ciegos. Y por esto es tan importante que persistáis. Del mismo modo que Hegel, después de ver a Napoleón cabalgando a través de Jena, escribió que era como si hubiera visto el Espíritu del Mundo en el caballo, sois nada más y nada menos que la conciencia crítica de todos nosotros, sentada en la prisión.
Fraternarles saludos, Slavoj

23 de febrero de 2013

Una vez, en otoño de 2012, cuando aún estaba en la prisión preventiva de Moscú con otras activistas de Pussy Riot, te visité. En sueños, por supuesto.
Comparto tus argumentos sobre los caballos, el Espíritu del Mundo, las chanzas y la falta de respeto, así como el modo en que todos estos elementos están conectados entre ellos.
Pussy Riot se convirtió en una parte de esa fuerza, cuyo propósito es la crítica, la creatividad y la co-creación, la experimentación y organizar constantes eventos provocativos. Tomando prestada la definición de Nietzsche, somos los hijos de Dionisio, navegando en un barril y no reconociendo ninguna autoridad.
Somos parte de una fuerza que no tiene respuestas finales ni verdades absolutas, por lo que nuestra misión es cuestionar. Están los arquitectos de mecánicas apolíneas y están los cantantes punks que apuestan por el dinamismo y la transformación. No hay uno mejor que otro. Pero sólo unidos podemos garantizar que el mundo funcione del modo en que lo definió Heráclito: “Este mundo siempre ha vivido, y lo seguirá haciendo eternamente, al ritmo del fuego, inflamándose y muriendo conforme a la medida. Este es el funcionamiento del suspiro eterno del mundo”.
Somos los rebeldes reclamando la tormenta, y creemos que la verdad sólo se encuentra a través de una búsqueda sin fin. Si el “Espíritu del Mundo” te toca, no esperes que sea indoloro.
Laurie Anderson cantó: “Sólo un experto puede lidiar con el problema”. Hubiese sido bonito si Laurie y yo pudiésemos saltarnos a estos expertos y pudiésemos ocuparnos de nuestros propios problemas. Tener estatus de experto no te garantiza el acceso al reino de la verdad absoluta.
Dos años en la cárcel debido a Pussy Riot es nuestro homenaje a un destino que nos dio oídos afilados, que nos permiten detectar un La cuando todo el mundo está oyendo un Sol menor.
En el momento oportuno, siempre habrá un milagro en las vidas de aquellos que infantilmente creen en el triunfo de la verdad sobre las mentiras, de la asistencia mutua, de aquellos que viven en la economía de las donaciones.
Nadia

4 de abril de 2013

Querida Nadezhda,
Me llevé una sorpresa muy agradable cuando llegó tu carta. El retraso me hizo temer que las autoridades impedirían nuestra comunicación. Me sentí honorado, halagado, incluso, de haber aparecido en tu sueño.
Tienes razón al cuestionar la idea de que los “expertos” cercanos al poder sean competentes para tomar decisiones. Los expertos son, por definición, sirvientes de aquellos que están en el poder: no piensan realmente, simplemente aplican su conocimiento a los problemas definidos por aquellos que están en el poder (¿cómo recuperar la estabilidad? ¿cómo apaciguar las protestas?). Así pues, son los capitalistas actuales, aquellos que se hacen llamar magos financieros, expertos de verdad? ¿No son, simplemente, niñatos estúpidos jugando con nuestro dinero y nuestro destino? Recuerdo una broma cruel de “To Be Or Not to Be” de Ernst Lubitsch. Preguntado por los campos de concentración alemanes en Polonia, el oficial Nazi contesta: “nosotros hacemos la concentración, y los polacos hacen los campos”. ¿No sirve esto mismo para la bancarrota de Enron en 2002? Los miles de empleados que perdieron su trabajo estuvieron, ciertamente, expuestos al riesgo, pero no tuvieron elección; para ellos el riesgo era como un destino ciego. Pero aquellos que conocían los riesgos y la posibilidad de intervenir (los altos directivos), minimizaron sus riesgos canjeando sus acciones antes de la bancarrota. Así que es verdad, vivimos en una sociedad de decisiones arriesgadas, pero ciertas personas (los directivos) tomas las decisiones, mientras que los demás (la gente común) toman los riesgos.
Para mí, el verdadero cometido de los movimientos de emancipación radicales no es únicamente sacudir las inercias complacientes, sino cambiar las coordenadas de la realidad social para que, cuando las cosas regresen a su cauce, existan “mecánicas apolíneas” nuevas, más satisfactorias. Más crucial aún, ¿como se integra el capitalismo global en este esquema?
El filosofo Deleuziano Brian Massumi explica como el capitalismo ya ha sobrepasado la lógica de las normas totalitarias y ha adoptado la lógica del exceso errático. Cuanto más variado, incluso errático, mejor. La normalidad empieza a perder el control. Las regularizaciones empiezan a relajarse. Esta relajación forma parte de la dinámica del capitalismo.
Pero me siento culpable escribiendo esto: quién soy yo para explotar en arrebatos de teorías tan narcisistas cuando eres tú la que está expuesta a privaciones muy reales? Así que, por favor, si puedes y quieres, hazme saber cuál es tu situación en prisión: sobre tu ritmo diario, sobre los pequeños rituales privados que facilitan la supervivencia, sobre cuanto tiempo tienes para leer y escribir, sobre cómo te tratan los otros prisioneros y los guardas, sobre los contactos con tu hijo...la verdadera heroicidad reside en estas aparentemente pequeñas maneras que uno tiene de organizarse la vida para poder sobrevivir en estos tiempos convulsos sin perder la dignidad
Slavoj

16 de abril 2013

Querido Slavoj,
¿Realmente el capitalismo moderno ha superado la lógica de las normas totalitarias? ¿O quiere hacernos creer que ha superado la lógica de las estructuras jerárquicas y la normalización?
De pequeña quería ser publicista. Estaba enamorada de la industria de la publicidad. Y por eso estoy en la posición de juzgar sus méritos. Las estructuras anti-jerárquicas y las rizomas del capitalismo tardío son sus exitosas campañas de publicidad. El capitalismo moderno tiene que mostrarse como flexible y, incluso, excéntrico. Todo esta enfocado a capturar la emoción del consumidor. El capitalismo moderno busca asegurarnos que opera según los principios de la creatividad libre, el desarrollo infinito y la diversidad. Pasa por alto su otra cara con el fin de ocultar la realidad de que que millones de personas están esclavizadas por la todopoderosa y fantásticamente estable norma de la producción. Queremos mostrar esta mentira.
No debería preocuparte exponer construcciones teóricas mientras se supone que yo sufro las “dificultades reales”. Valoro los límites estrictos, y el desafío. Despierta mi curiosidad: ¿Cómo voy a hacer frente a esto? ¿Cómo puedo convertir esto en una experiencia productiva para mí y mis compañeros? Encuentro fuentes de inspiración; contribuye a mi propio desarrollo. No debido a, sino a pesar del sistema. Y en mi lucha, tus pensamientos, ideas e historias me ayudan.
Me complace comunicarme con usted. Espero su respuesta y le deseo buena suerte en nuestra causa común.
Nadia

10 de junio 2013
Querida Nadezhda,
Me sentí profundamente avergonzado después de leer tu respuesta. Escribiste: "No debería preocuparte exponer construcciones teóricas mientras se supone que yo sufro las “dificultades reales”. Esta simple frase me hizo darme cuenta de que el sentimiento final de mi última carta era pérfido: la expresión de mi simpatía por tú situación significaba básicamente: “Tengo el privilegio de formular teorías reales y enseñártelas mientras que tú podrás informarme sobre tus experiencias con las dificultades...” Tu última carta demuestra que eres mucho más que eso, que eres un semejante en un diálogo teórico. Mis sinceras disculpas por esta prueba de cuán profundamente arraigado está el chovinismo masculino, especialmente cuando se enmascara como simpatía hacia el sufrimiento del otro y prosigamos con nuestro diálogo.
La dinámica enloquecida del capitalismo global es lo que hace que resistirse a ella sea tan difícil y frustante. Recordemos la gran ola de protestas que se extendió por toda Europa en 2011, de Grecia y de España a Londres y París. Aunque no había una plataforma política consistente movilizando a los manifestantes, las protestas funcionaron como parte de un proceso educativo a gran escala: la miseria y el descontento de los manifestantes se transformaron en un gran acto colectivo de movilización. Cientos de miles de personas se reunieron en las plazas públicas, proclamando que ya habían tenido suficiente, que las cosas no podían seguir así. De todos modos, estas protestas se resumen a un gesto de rechazo furioso y una demanda de justicia igualmente abstracta, careciendo de la habilidad de traducir demanda en un programa político concreto.
¿Qué se puede hacer en una situación así, en la que las manifestaciones y protestas no sirven para nada, en la que las elecciones democráticas no sirven para nada? ¿Podemos convencer a las multitudes cansadas y manipuladas de que no sólo estamos dispuestos a socavar el orden existente, a participar en actos de resistencia provocativos, sino también que estamos listos para ofrecer la perspectiva de un nuevo orden?
Las actuaciones de Pussy Riot no puede reducirse únicamente a las provocaciones subversivas.
Bajo la dinámica de sus actos, yace la estabilidad interna de una firme actitud ético-política. En cierto sentido más profundo, es la sociedad actual la que está atrapada en una dinámica capitalista enloquecida, sin sentido interno ni medida, y es Pussy Riot quién proporciona una referencia ético-político estable. La misma existencia de Pussy Riot le dice a miles de personas que el cinismo oportunista no es la única opción, que no estamos totalmente desorientados, que todavía existe una causa común por la que vale la pena luchar,
Así que yo también te deseo buena suerte en nuestra causa común. Ser fieles a nuestra causa común significa ser valiente, sobre todo ahora, y, como dice el viejo refrán, la suerte está del lado de los valientes!
Tuyo, Slavoj

13 de julio 2013
Dear Slavoj,
En mi última carta, escrita a toda prisa mientras trabajaba en el taller de costura, no fui lo suficientemente clara acerca de la distinción entre cómo funciona el “capitalismo global” en Europa y los EE.UU., por un lado, y en Rusia por el otro. De todos modos, los últimos acontecimientos en Rusia - el juicio de Alexei Navalny, la aprobación de leyes inconstitucionales, contra la libertad - me han enfurecido. Me siento obligada a hablar de las prácticas políticas y económicas específicas de mi país. La última vez que me sentí tan furiosa fue en 2011, cuando Putin declaró que sería candidato a la presidencia por tercera vez. Mi enojo me llevó a crear Pussy Riot. ¿Qué pasará ahora? El tiempo lo dirá
Aquí, en Russia, percibo con fuerza el cinismo de los llamados países del primer mundo hacías las naciones más pobres. En mi humilde opinión,los países "desarrollados" muestran una lealtad exagerada a los gobiernos que oprimen a sus ciudadanos y violan sus derechos. Los gobiernos de Europa y EE.UU. colaboran libremente con Rusia, que impone leyes propias de la Edad Media y envía a políticos de la oposición a la cárcel. Colaboran con China, donde existe tanta opresión que mi pelo se eriza sólo de pensar en ello. ¿Cuáles son los límites de la tolerancia? ¿Cuando la tolerancia se convierte en colaboración, conformismo y complicidad?
Pensar, cínicamente, “deja que hagan lo que quieran en su propio país”, ya no funciona, porque Russia y China y países similares forman parte del sistema capitalista global.
Rusia, bajo el mandato de Putin, con su dependencia de las materias primas, se habría debilitado enormemente si las naciones que importan petróleo y gas rusos hubiesen demostrado el valor de sus convicciones y hubiesen dejado de comprar. Incluso si Europa diese un paso tan modesto como aprobar una "ley Magnitsky" [la Ley Magnitsky en los EE.UU. permite sancionar a los funcionarios rusos que se cree que han participado en violaciones de los derechos humanos], moralmente, sería decir mucho. Un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014 sería otro gesto ético. Pero el constante comercio de materias primas constituye una aprobación tácita del régimen ruso, no a través de palabras, sino a través del dinero. Revela el deseo de proteger el status quo político y económico y la división del trabajo que yace en el corazón del sistema económico mundial.
Citas a Marx: “Un sistema social que se paraliza y se oxida ... no puede sobrevivir. Pero aquí estoy yo, pagando mi pena de prisión en un país donde las 10 personas que controlan los principales sectores de la economía son los amigos más viejos de Vladimir Putin. Estudió y practicó deportes con algunos, y sirvió en el KGB con otros. ¿No es éste un sistema social paralizado?¿No es éste un sistema feudal?
Le agradezco sinceramente, Slavoj, nuestro correspondencia y no puedo esperar a que llegue su respuesta.
Tuya, Nadia

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