Recuerdos del futuro juntos


Por Emmanuel Rodriguez
Sería ideal contar con un R2 con voz en off, que de jueves a domingo llueva con sol, que un gato negro se te cruce en el camino con insistencia, que desde la ventanilla de R2 puedas ver una ciudad que sea como uno de los polos de la existencia. Por unos días vivir en una ciudad en la que pasen a Chris Marker en los cines: a esta ciudad le falta el rojo que está en el fondo del aire y de todas las cosas en las que pensó Christian François Bouche-Villeneuve durante su enigmática biografía. 
De jueves a domingo en el Cineclub Municipal habrá un ciclo en recuerdo de Chris Marker, una sucesión de películas secretas e imprescindibles, que hablan del mundo, del arte, de la revolución, de la memoria, de las cosas que te pasan por la cabeza cuando vas en el R2 y tenés la sensación de que la humanidad perdió una batalla pero no la guerra. 
Lo que más se sabe de Chris Marker es un pequeño ABC de curiosidades: que no se dejaba tomar fotografías, que dio muy pocas entrevistas, que enviaba fotos de su gato cuando la prensa le pedía un retrato. Que entendió al montaje como militancia y al viaje como modo de filmar, que al comenzar a ver cualquiera de sus películas no sabés a dónde te va a llevar en la próxima imagen ni qué extraños conceptos asociará para demostrarte que las cosas están unidas por hilos misteriosos y que la memoria es un acto de resistencia. 
La memoria fue su tema, su obsesión, como si detrás de cada una de sus películas estuviera la certeza de que no se puede abrir una brecha en el futuro sin el filo de la memoria. Sin el filo esquivo, confuso, manipulable de la memoria: en muchos casos da la impresión de que ante la batalla perdida de la izquierda en el mundo durante la segunda mitad del siglo 20, Chris Marker haya vuelto a las zonas de combate para recuperar algo que las derechas occidentales se habían quedado como botín de guerra: una memoria de los ideales revolucionarios, de la disidencia política ante un mundo que terminaría inevitablemente como un rebaño a las órdenes de perros liberales. 
¿Qué hacer para no olvidar? En la filmografía de Marker esta pregunta es el motor de la espiral vertiginosa de su escritura: en esa forma dinámica de volver a pasar por determinados lugares se conjugan sus obsesiones: la memoria y la palabra. Al segundo de los temas lo resuelve con una maestría contundente, un dominio único de la escritura. La voz en off parece un soporte insuficiente para ese genio desbordante y al mismo tiempo moderado, muchas veces las imágenes parecen venir al rescate de la voz, para ayudar a sostener la densidad y la emoción de las palabras. Más que revolucionar al cine, Marker no se rindió en el sueño de revolucionar al mundo a través del arte. Muchas veces, explicando por qué no se pudo revolucionar al mundo a través de una concepción deshumanizada de la política. 
La poesía y la amistad, la necesidad de ciertos homenajes (porque un homenaje es una forma de memoria, claro) y el trasfondo de la guerra terminan de armar el paisaje Marker, un lugar que está hecho de recuerdos y parece venir del futuro, un lugar en el que se abre una grieta para que sea posible imaginar una transformación no programática, una melancólica confianza en la libertad. 
Sería ideal que nos encontremos ahí, de jueves a domingo en el Cineclub. Caminar con la ligereza de los gatos y hablar de las cosas que salieron mal pero nos hicieron bien, y de la próxima vez que vamos a intentar cambiar el mundo. Y de Chris Marker, 91 años, que en rebelión descanse el más joven de todos nosotros. 
Publicado en La Voz del Interior el miércoles 27 de marzo de 2013. 
In Memoriam. Chris Marker
En el Cineclub Municipal (Bv. San Juan 49) 
Jueves 28. 
15.30. La Jetée (1962); Recuerdos del porvenir (2001). 
18. Sin Sol (1982). 
20.30. El último bolchevique (1993). 
23. La sexta cara del pentágono (1968); La embajada (1973); Casco azul (1995). 
Sábado 30 
15.30. Gatos encaramados (2004); Teoría de conjuntos (1990); Slon Tango (1990);  Tres videos haikus (1993); E-clip-se (1999).  
18. Level five (1997). 
20.30. A.K. (1985); Las estatuas también mueren (1953). 
23. La Jetée (1962); Recuerdos del porvenir (2001). 
Domingo 31
15.30. Sin Sol (1982)
20.30. La sexta cara del pentágono (1968); La embajada (1973); Casco azul (1995).
18. Un día en la vida de Andre Arsénevich (1999). 
23. Gatos encaramados (2004); Teoría de conjuntos (1990); Slon Tango (1990);  Tres videos haikus (1993); E-clip-se (1999). 
http://emanuelrodriguez.tumblr.com/post/46415547862/recuerdos-del-futuro-juntos

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