Diagnosticando las identidades

El 1 de diciembre, la Junta Directiva de la Asociación Americana de Psiquiatría aprobó el borrador final de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5). La revisión del DSM -la más controvertida de las últimas tres décadas - ha provocado una gran preocupación, sobre cuestiones que van desde el sobrediagnóstico y sobremedicación de conductas cotidianas comunes a la escasa fiabilidad diagnóstica en pruebas de campo. 

Las categorías que afectan de manera específica a las personas transgénero, Trastorno de Identidad de Género (TID) y el fetichismo transvestista (FT) han sido especialmente contenciosas –por empezar, con el el nombramiento de los Dres. Kenneth Zucker y Raymond Blanchard del Centro de Toronto para la Enfermedad Mental y Adicciones (CAMH), como directores del grupo de trabajo sobre los trastornos de la identidad sexual y de género. Ellos fueron los autores principales de los diagnósticos de género previos, en el DSM-IV, y los principales proponentes de psicoterapias punitivas de conversión / reparación de género (las cuales consideradas prácticas éticas de acuerdo a los Protocolos de Atención de WPATH). 

Hay dos cuestiones importantes en la política de diagnóstico transgénero. La primera es el falso estereotipo que estigmatiza a las identidades o expresiones dde género que difieren del sexo asignado en el nacimiento como enfermedades mentales y desviaciones sexuales. La segunda es el acceso a la atención médica necesaria para la transición hormonal y / o quirúrgica, para aquellas personas trans que la necesitan. Este acceso requiere algún tipo de codificación diagnóstica, pero no la etiqueta actual de “identidad de género trastornada”, que en realidad contradice, en lugar de apoyar, el acceso a la transición bajo cuidado medico. Es necesario abordar ambas cuestiones juntas, para evitar causar daños a una parte de la comunidad trans en beneficio de otra.

Algunas de las propuestas relacionadas con el género en la revision del DSM-5 son positivas, sin embargo, no van lo suficientemente lejos. La categoría de Trastorno de Identidad de Género (concebida por sus autores en el sentido de “identidad de género desordenada”) cambia su nombre a Disforia de Género (siguiendo la raíz griega para malestar). Aunque se ha informado ampliamente sobre la "remoción" del Trastorno de Identidad de Género de la clasificación de los trastornos, el cambio de nombre es, en sí mismo , un importante paso adelante. Esto representa un cambio histórico, que va de las identidades de género que difieren de asignación de sexo en el nacimiento al malestar respecto de características sexuales actuales, o al rol de género como eje del problema a tratar. Este mensaje se ve reforzado por la Declaración de Política Pública de la Asociación Americana de Psiquiatría de agosto del 2012, que afirma la necesidad médica de las transiciones quirúrgicas / hormonales. Por otra parte, el grupo de trabajo sobre trastornos deseules y de géneroha declarado su deseo de superar los diagnósticos de género, retirándolos de grupo de las disfunciones sexuales y parafilias (En este momento, no está claro aún, donde serán clasificados en el DSM-5.)

En cuanto a los aspectos negativos, los criterios propuestos para el diagnóstico de disforia de género aun estan en contradiccion con la transición social y médica y describen la transición en sí misma como un síntoma de enfermedad mental. Los criterios para niñ*s son particularmente preocupantes, conservando gran parte del arcaico lenguaje sexist del del DSM-IV que patologiza la no conformidad de género, en lugar del malestar expresado por la disforia de género. Además, l*s niñ*s que han modificado su género aún siguen siendo tratad*s en un lenguaje que no respeta su identidad de género en los criterios diagnósticos dimensionales y preguntas de evaluación. Claramene, no hay puerta de salida del diagnóstico para quienes que ha completado su transición y están felices con sus cuerpos y vidas. En otras palabra,s la única manera de sacarse de encima la etiqueta de Disforia de Género, una vez diagnosticada, es seguir el curso de las terapias de conversion/reparación de género, diseñadas para avergonzar a las personas trans dentro del armario de los roles asignados al nacer. Mientras que aquell*s profesionales de la salud que apoyan a las personas trans continuarán hacienda que el diagnóstico trabaje a favor de quienes l*s consultan, aquell*s profesionales intolerantes explotarán el lenguaje contradictorio en los criterios diagnósticos para denegar el acceso a la atención transicional, y promover tratamientos de conversion de género nada éticos. 
Un problema peor en el DSM 5 es la categoría deTrastorno Travestista (aneriormente Fetichismo Travestista). Es punitive y científicamente caprichoca –designada para castigar la no conformidad con los roles asignados al nacer. Esta categoria ha sido expandida hasta estigmatizar incluso a más personas genericamente diversas, y debe ser removida completamente del DSM. . 

Más allá de la retención de la inimaginable categoria de Trastorno Travestisa, creo que las revisiones de la categoria de Disforia de Genero en el DMG traerá cierto progreso largamente esperando a las personas trans y transexuales que enfrentan barreras a la hora de accede a la transición médica y social. Espero que se progrese aún más en el future. En el largo plazo, quisiera ver una clasificación no psiquiátrica en la Clasificación Internacional Estadística de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE, publicada por la Osociación Mundial de la Salud), a fin de lograr el acceso a tratamientos medicos de transicón para quienes los necesitan.
POR FAVOR, LEER, DIFUNDIR, ANALIZAR, DISCUTIR...

Texto de Kelley Winters sobre el cambio de denominación en el DSM V. 
Texto original: http://gidreform.wordpress.com/2012/12/05/an-update-on-gender-diagnoses-as-the-dsm-5-goes-to-press/

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