Entonces el problema no solo es confrontar con el código de faltas, su caducidad e inconstitucionalidad. Sino que también nuestros padres y madres, en ese gesto de honestidad clasista perciben la reducción del riesgo como una necesidad, es más como una urgencia impostergable. Reducir el riesgo antes que suceda, hacer de la prevención del delito un lema: una sensación material que es tan sólida en el aire.
La clase media asustada aporta lo suyo a las técnicas de minimización del riesgo, y en la era de la administración del riesgo la estrategia es la misma: control preventivo, ya sea de la salud (previniendo enfermedades tomando yogures inmunitarios: bidacol, LFdefensis, Danonino, etc) ya sea el delito como riesgo eventual.
Copyleft Martin De Mauro 2012/ WalterEgo y CircoAnálisis
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