NO SE PUEDE: Inapropiada para la familia, Inapropiable para la censura provincial

PROHÍBAN TODO

NO SE PUEDE:
Comprar alcohol despúés de la medianoche. Emborracharte sí, faltaba más, estamos en democracia, ¿no?
NO SE PUEDE:
Llevar acompañanates en las motos enduro.
NO SE PUEDE:
Comprar cigarrillos si tenés menos de 18 años. Sí, consumir se puede. Hay que pensar en el mercado negro que tantos beneficios nos deja.
NO SE PUEDE:
Salir a la calle sin documentos. No, claro que es inconstitucional que te lleven por no tener documentos. Pero aquí todos somos culpables hasta que se pruebe lo contrario.

NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE

DETRÀS DE CADA PROHIBICIÒN
HAY UN NEGOCIADO
NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE NO SE PUEDE:
El tema con la normativa social en este país es así: si le das bola te volvés loco y si no te convertís en un marginal o te llevan en cana o ambas cosas a la vez.
Han diseñado un país para que nos vayamos.
Pero pregunto:
¿POR QUÉ NO TENEMOS QUE IR
NOSOTROS?
http://elojocondientes.blogspot.com/


Inapropiada para la familia, Inapropiable para la censura provincial



Desde de mediados de Agosto del año 2011 comenzamos a hablar con Sonia Leavi, responsable de la galería de artes en el espacio Paseo del Buen Pastor, sobre la posibilidad de efectuar una muestra para Marzo del 2012 con referencia al “mes de la mujer”.

La invitación que se nos extendió tenía que ver, en los términos de la propia galerista, con realizar una exhibición “fuera de los lugares comunes que caracterizan este tipo de eventos”. A nuestro entender se trataba de pensar el género (los géneros) en un sentido amplio, sin caer en los criterios esencialistas que convocan sólo a las hembras biológicas (aquellas que poseen vagina) de clase media/alta a expresarse respecto de sí mismas, y menos aun, a través de los medios codificados socialmente como femeninos: bordados, algodones, puntillas, asaderas de cocina y cajitas rosadas que perpetúan los estereotipos de lo que debe ser una mujer, lo que debe ser una artista y lo que debe ser una obra de arte de género, bajo las formas de lo doméstico, lo íntimo y lo privado.

Durante seis meses trabajamos en el diseño, la curación y el montaje de lo que dimos a llamar Inapropiada/Inapropiable, un proyecto estético-político que se extendía en tres direcciones: a) por un lado nos interesó rastrear los procesos centrífugos en los que la práctica artística y plástica se expande hacia las esferas de la cotidianeidad a partir de las voces de distintas feminidades lanzadas al espacio público en grafitis, consignas políticas, cartelería y panfletería distribuidas en marchas, radios abiertas, actividades políticas, en los encuentros nacionales de mujeres, en las marchas del orgullo y la diversidad, entre otras; b) en segundo lugar quisimos hacer más hincapié en aquellos puntos donde el significante mujer y los que de este se desprenden son puestos en tensión, las voces del activismo lésbico, del activismo travesti y trans, como las de quienes se identifican como trabajadoras sexuales y otros feminismos disidentes problematizando y reflexionando sobre el propio cuerpo, el deseo, la maternidad como destino, el aborto, los estereotipos sociales, el trabajo sexual, la prostitución, la trata de personas, femicidios, lesbicidios, travesticidios, el patriarcado, el machismo etc.; c) finalmente en un movimiento centrípeto, hacia el interior del campo del arte, fue de nuestro interés repensar los estilemas artísticos puestos en circulación y legitimadores del llamado arte político, es decir, reflexionar sobre las poéticas y los lenguajes utilizados en la construcción de estos dispositivos.

Nuestra metodología de trabajo consistió en recrear, a veces a través de un simulacro minucioso y otras a través de versiones libres, un repertorio amplio de las propuestas activistas relevadas. Nuestro principal objetivo era justamente extender este debate público al público, en un espacio público. Esto no significa que desconocemos los mecanismos de  exclusión simbólica que existen en el Paseo Buen Pastor, somos conscientes del corte de clase y de la hostilidad policial que no sólo se asegura de mantener a las quinceañeras cuarteteras del otro lado de los restaurantes, o que impide a los hambrientos interferir en la realización de los deseos de los más pudientes extrayendo monedas de la fuente, sino que además ha reprimido en reiteradas ocasiones las demostraciones de afecto de parejas gays y lesbianas.

Aun con todo apostábamos a una resignificación del espacio. Creíamos potente optimizar nuestros recursos y valernos de nuestros privilegios para re-activar siquiera en un intersticio institucional las voces disidentes que nos interpelan en las calles y sostener dicha interpelación durante 20 días, ya no las tres o cuatro horas que dura una marcha.
Presentamos el proyecto curatorial en el mes de diciembre junto con el flyer de difusión que acompañaría la muestra, el cuál explicitaba claramente el carácter contestatario, revulsivo y empoderado de la misma. Un collage obsceno y una serie de insultos reapropiados que invocaban desde “barriobajera” y “sudaca” hasta  “abortista” y “matamacho” fueron aprobados por la  encargada de la galería y por el director del Paseo.

El día primero de Marzo comenzamos con el montaje de la muestra, que por su dimensión calculábamos que nos tomaría varios días, la hostilidad que recibimos en el trato de los guardias encargados de cuidar sala, administrativos, secretarios y de las mujeres encargadas de la limpieza, como algunas restricciones en cuanto al modo de montar las piezas no detuvo nuestra faena, aunque claro, lo de inapropiado que tenemos comenzaba a notarse. A la mañana siguiente recibimos un llamado de Sonia Leavi en el que nos decía que aunque no había tenido tiempo de ver todo lo que estaba montado, le había parecido muy burdo lo que vio, especialmente un cartel dorado que anunciaba “Y Dios creó a travestis y lesbianas. Amén”. Nos dijo que el director del museo estaba “asustado por la muestra” que los católicos fundamentalistas “iban a destrozar el lugar”, que nos “iban a echar a nosotros y a ella inclusive” si eso se exponía tal cual estaba. Además agregó que el Paseo es un espacio visitado por “La Familia” y por  “niños” que debíamos pensar también en eso, que ella creía que íbamos a referirnos a la “equidad de género” y no a hacer tanto hincapié en las lesbianas y travestis, que había muy poco sobre “lo hetero”.

Decidir entre aceptar la censura o dar de baja la muestra no es una elección en el sentido estricto del término. No decidimos no hacer la muestra, dijimos no a la censura de contenido, no estamos dispuestos a negociar cuáles consignas sí y cuáles no pueden aparecer en una muestra y menos aun basadas en la presión de grupos fundamentalistas o en los posibles daños que estos podrían causar, no estamos a favor de poner la mejilla para sus bofetadas y el temor de Dios es un valor cristiano al que no adherimos. Con respecto a que la muestra tiene poco de “LO” hetero nos interesa aclarar que la propuesta era sobre todo una interpelación al régimen heterosexual, entendido como un sistema político y económico de control de los cuerpos. En nuestros relevamientos del espacio  público y  de las intervenciones políticas de los últimos cinco años no encontramos ningún grafiti que diga “Los heterosexuales nos oponemos a que las travestis accedan al sistema público de educación y de salud” o “paquis por esfuerzo propio” o “Soy hetero, dependo económicamente de mi marido y trato de no hacerlo enojar para que no me pegue”, de haber encontrado inscripciones semejantes sin dudas las hubiésemos incluido.

Nos agrede y ofende profundamente la violencia institucional y la falta de respeto hacia nosotros, hacia nuestro trabajo y hacia las personas convocadas para la inauguración y el desmontaje crítico de la muestra, ellxs son: La performer, poeta y cantante Susy Shock de Buenos Aires, el historiador y activista Lic. Mauro Cabral, la Dra. en artes Alejandra Perié, el filósofo Dr. Eduardo Mattio y la antropóloga Dra. Andrea Lacombe.

Más allá de las heridas narcisistas mencionadas anteriormente lo que en verdad nos preocupa y alerta es la Lesbofobia, la Transfobia, la Travestofobia y la Misoginia institucionales e institucionalizadas.  Que la frase “Dios creó a Lesbianas y a Travestis” ofenda o moleste a “hombres y mujeres” y por tal motivo deba ser censurada es alarmante, denigrante y ofensivo. Si se trata de proteger y de respetar a la familia, a los niños y a los católicos proponemos empezar por respetar a las familias de lesbianas y travas, es decir a las nuestras,  a los niños y niñas lesbianas y trans, como nosotros, y la religiosidad y espiritualidad de todas aquellas travestis y lesbianas que se sientan creadas por Dios, ya que la libertad de culto tampoco es algo que se pueda censurar.

Del material desmontado los restos de un cartón pintando con témpera fucsia y negra nos recuerdan: “NO HERIR DE TÍTULO NINGÚN PULSO”.

Sofía Chaij, tortillera por esfuerzo propio.
Juan Manuel Burgos, Marica por la despenalización del aborto. 

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