Pero es el amor de los sexos (o sexualidad) el que mas claramente se revela como impulso a la propiedad: quien ama quiere la posesión incondicionada y exclusiva de la persona deseada, quiere un poder igualmente incondicional sobre su alma que sobre su cuerpo, quiere ser el único amado y habitar y dominar en la otra alma como lo supremo y mas deseable. Si consideramos que esto no significa otra cosa que excluir a todo el mundo de un bien, de una felicidad y de un disfrute precioso, si consideramos que el que ama ansia el empobrecimiento y la indigencia de todos los demás rivales y que quisiera convertirse en el dragón de su dorado tesoro... Nos asombraremos, en verdad, que esta salvaje codicia e injusticia del amor haya sido tan glorificada y divinizada como lo ha sido en todas las épocas, y nos asombraremos mas aun de que de este amor se haya tomado el concepto de amor como contrario del egoísmo, mientras que quizás sea precisamente la mas desinhibida expresión de egoísmo
Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia, primer libro.
Entonces la ecuación nietzscheana proclama: amor burgués= propiedad del alma y el cuerpo y moral egoísta!.Lo que vendria a ser en términos contemporáneos una apología a la poligamia o a formas no posesivas, burguesas y egoístas del amor!. Amor libre o libertario según la clave hermenéutica que se elija.
Copyleft 2011 / WalterEgo y Martin De Mauro
(merci Cocolina Yedro)
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