Orgullos pasados por agua y el cuerpo nacional

A Zodiac Illustration from
 a medical almanac,
1399 Sloane 2250, Section 12
Marcha del Orgullo Kirchnerista

El sábado fui por segunda vez a la Marcha del Orgullo LGBT. Muchísima gente. Nunca encontré la contramarcha, ni al camión de la soy, ni (por suerte)al camión de Amérika. El espíritu altamente consumista que caracteriza al "mundo gay" le dejó su protagonismo no tanto a la militancia sino más bien al orgullo peronista, o mejor dicho kirchnerista. El escenario, que el año pasado le daba la espalda al congreso, esta se construía desde sus entrañas y para despejar dudas acerca de quien financiaba este año un banner enorme lo anunciaba: Presidencia de la Nación. El escenario se llenó de figuras políticas que apoyaron la ley de matrimonio.
La felicidad que estaba en la misma plaza a la que nos dirigimos meses atrás se la llevaron las sucesivas lluvias de la primavera y ese orgullo que se vivió por una conquista que sentíamos propia pasó a ser agradecimiento. La marcha peronista sonó remixada como reggeton. Con ese hit y ese ritmo no era una opción quedarse con las ganas de bailar
Es que el mundo hace ya mucho se volvió gay y fue el peronismo el que en la marcha salió completamente del closet. La sorpresiva aunque anunciada muerte del expresidente y el panorama lamentable de figuras políticas fuertes que nos deja hace que termine a favor de un modelo que me parece más o menos digno de defender. El apoyo al gobierno nacional fue una constante en la marcha. Tras lo que significa la sanción de la nueva ley de matrimonio sería ingenuo esperar alguna otra reacción. En el momento de los discursos escuchamos hablar a Cristina, pensamos que no podía estar hablando ahí en vivo, y no, estaban pasando un video. Pero después de tanto apoyo no nos parecía tan imposible que esté ahí hablando frente a todxs los que bailamos hasta la plaza.
Así fue como en un cambio circunstancial de roles la fiesta descontrolada de los camiones dejó de ser la gran protagonista, para darle lugar, por este año, a las consignas políticas. Que siempre van un poco atrasadas. Si bien teníamos, o parecíamos todxs tener muy claro que la consigna era hacia una ley de identidad de género, lo que más escuché repetir fueron referencias al matrimonio entre personas del mismo sexo. La cantidad de discusiones en torno a la nueva ley la hacen parecer quizás aún más lejana de lo que realmente está.

Ayer, como seguía muy orgullosx, fui a la Marcha del Orgullo de La Plata porque en facebook habían anunciado que se hacía a pesar de la constante lluvia. "Dios definitivamente nos odia" pensamos cuando nos acordamos del frío que pasamos en plaza de mayo esperando que aprobaran la ley de matrimonio. La verdad es que si Dios nos odia o no poco nos importa, pero cambiar la marcha para un día de sol tampoco estaría nada mal. Volví con la sensación de que la marcha así no funciona y además, humedece.
Espero que no haya nadie por aquí que piense que con la aprobación de la ley del matrimonio somos todos y todas los y las argentinos y argentinas abiertos a la diversidad. La problemática travesti, transexual, transgénero, intersex están tan invisivilizadas que muchos se dan el lujo de decir "un travesti" sin reparar en la cadena de violencias que empieza en esa asignación de género.

por Santiago Abel (link)

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