y velamos a nuestrxs muertxs?

Ante la filosofia de lo real,
de las realidades, de aquellas ficciones de lo real
ante el llamado y el merecimiento de las materialidades de lo real,
el peso del luto:
velar los cuerpos de la nación
convertidos ahora
en cuerpos políticos de la nación
Mariano Ferreyra, Julio Lopez, Nestor Kirchner,
Las travas sin nombres apellidos, ni leyes identitarias ni garantias legales
aquellxs muertos NN, Sin nombres, tan políticos como nacionales
hoy, estos dias (estos hoys) son dias de duelos, de mitos políticos,
en donde el barro de la historia, el flujo, los fluidos y la vizcosidad de la política,
hacen de estos cuerpos, tan específicos como únicos
momentos de duelo.Experiencias tan propias de dolor...
Solidaridades in-condicionadas.
Donde el silencio no coincide con la impunidad
Es aquí donde los silencios suelen ser filosofiias de la fraternidad, espacios del entendimiento.
Cuerpos paganos, políticas de las coporalidades finitas
estas son nuestras biopolíticas locales:  derecho a la vida y la administración de la muerte.
A uds...
Copyleft 2010 / WalterEgo y Martin De Mauro

Son estos los linkillos de CircoAnalisis por estas agitadas horas:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-155851-2010-10-28.html
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1319325
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155826-2010-10-28.html
http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=5658:por-el-asesinato-de-mariano-pereyra&catid=71:audios&Itemid=115
http://po.org.ar/edicion/po/1151
http://linkillo.blogspot.com/2010/10/conducta-en-los-velorios.html
Palabras trasnochadas
de Valeria Llobet, el El jueves, 28 de octubre de 2010 a las 18:55


Es difícil estar afuera, no estar con otrxs, charlar, pensar juntxs. Así que Internet, diarios y televisión, son un remedio parcial. Canal 13 me muestra un titular previsiblemente miserable: “Dolor en el Calafate”. Y luego a Ricardo Alfonsín, que reclama que a partir de ahora seamos más tolerantes y procuremos el consenso. La Nación me permite leer a Rosendo Fraga que con ironía rastrera plantea la posibilidad de que Cristina Fernández tenga ahora la posibilidad de gobernar. También a otro ignoto adláter del análisis pedorro, que alude al fin del psicologismo como brújula de la política argentina, y para dar cuenta de ello diagnostica de fragilidad femenina a la presidenta elegida democráticamente, a la que todxs quienes tenemos memoria recordamos como la introductora de Néstor Kirchner a la escena nacional.
Y conecto con 678. Presencia variopinta, mucho peronismo, movimiento nacional y popular, otrxs que se presentan como no militantes, ex socialistas, periodistas, madres y abuelas de plaza de mayo, Andrea del Boca, Goldman, María Rachid... Un arco variado que coincide en valorar que eso que se nombra desde la vereda de enfrente como falta de tolerancia es política. Es la política, estúpido.
Recuerdo ese mayo que parece un siglo atrás, en que pensé que desde el Alfonsín del ‘83, era la primera vez que un presidente podía llegar nuevamente en caravana pública a la Casa Rosada. Y me acordé de Graciela, manzanera en Barrio Don Orione, ella cantaba en el coro de las manzaneras que había organizado Chiche Duhalde, en territorio de Villaverde, mafioso del duhaldismo bonaerense. Cuando Cristina ganó las elecciones como senadora bonaerense, y le ganó a Chiche, traccionó el cambio en los municipios del conurbano. Perdió el gallego en Lanús –que no perdía desde la década del ’70-, Villaverde en Almirante Brown, el duhaldismo en Lomas de Zamora. Graciela tenía que votar por Chiche. Hubiera tenido que. Pero votó por Cristina. Me lo contó medio en secreto, sabiendo en el fondo que no había peligro, yo no soy “del palo”... Me explicó que lo había hecho para que las cosas por fin cambien. Kirchner y Cristina eran, en los guetos grises del conurbano, una promesa. Seguramente hoy Graciela está llorando.
La alegría y la tristeza popular muchas veces nos quedan indigestas, nos resultan muchas veces inentendibles. A veces la lucidez política no se logra diferenciar del todo del cinismo.
Muchos años atrás, Carlos Barragán en su prehistoria radial dijo “se es lo que se come” en alusión a que el kirchnerismo se aliaba con el peronismo bonaerense cerrando la puerta a la “transversalidad” que primavereaba al principio. El barro peronista taponó la posibilidad de que otras alianzas emergieran. Ese mismo barro que hoy amenaza como un Golem al que la derecha le lee conjuros.
Quisiera creer que los que nos creemos inteligentes y críticos, que valoramos la independencia del pensamiento ante todo, sabremos apostar no al narcisimo que sólo valora la posición personal, ni al inmediatismo del cálculo partidario, para encontrar la posición justa, en un momento en que parece que cada palabra pesa como si fuera la enunciación completa del nombre de dios.

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