el discreto encanto de la burguesía


El discreto encanto de la familia:
nucleo básico y por cuanto necesario
del ejercicio burgués prototipico.
La familia como escenario de máscaras, de juego recíproco de ocultamientos es por definición el ejercicio burgués nuclear de nuestras contemporáneas sociedades. La raíz del capitalismo se halla en la familia nuclear burguesa, y se reprocuce sobre sí, se repite (su iterabilidad) consiste en el mecanismo básico del teatro de máscaras, en el ocultamiento, en el fetiche y la metafísica de los roles asignados a cumplir como escenario societal (asimismo en las simultáneas expectativas sobre cada unx de los miembros).
Las opacidades, aquellas miserias de la propia familia quedan por principio forcluídas de su ejercicio: léanse reuniones, agapes, festejos y comuniones. Las violencias inter pares se ejerce no sin un teatro de operaciones que todo lo calla, todo lo invisibiliza, lo oculta (el comentario fuera de lugar, el cotorreo, el secreto, lo dicho por debajo de la mesa,etc) actúa en roles, en posiciones dadas por supuesto, aquel encanto discreto es la repetición de la norma (y la norma es de por si un ejercicio de poder). Capitalismo burgués familiar que su existencia presupone su secreta génesis en cuanto circulación de miserias, explotación, privilegios y opresiones. La familia como virtualidad de la representación consiste en esta misma secreta génesis oculta de sí misma, en su origen la familia es constitutivamente violencia.
La cohesión del grupo familiar, la reunion familar consiste en estas máscaras de co-existencia reglada, que salvo la resignificación de la misma institución ( la familia diferida, la norma replanteada) vuelve a constituirse sobre sí. El discreto encanto de la burguesía es el fetiche de la mercancía pero no ampliada a escala social, sino reducida al núcleo familiar que le da sustento para aquella.
Copyleft 2009 / WalterEgo, Juliet Rucovsky y Martin De Mauro

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