(L)a guerra es bella, porque, gracias a las máscaras de gas, al terrorismo megáfono, a los lanzallamas y a las tanquetas, funda la soberanía del hombre sobre la máquina subyugada. La guerra es bella, porque inagura el sueño de la metalización del cuerpo humano. La guerra es bella, ya que enriquece las praderas florecidas con las orquídeas de fuego de las ametralladoras. La guerra es bella, ya que reúne en una sinfonía los tiroteos, los cañonazos, los alto el fuego, los perfumes y olores de la descomposición. La guerra es bella, ya que crea arquitecturas nuevas como la de los tanques, la de las escuadrillas formadas geométricamente, la de las espirales de humo en las aldeas incendiadas...
Esto aparece en un texto de Benjamín, pero es una cita al manifiesto futurista de marinetti. Benjamín habla de como se introduce la estética para darle un sentido a la creciente tecnificación. La crítica es clara, el fin de esto es (en un sistema capitalista), la guerra.
ResponderEliminarPaul Virilio hoy habla de lo mismo. y ¿acaso no hay imagenes más bellas que las de las torres gemelas siendo atacadas y cayendo?, hecho que finalizo en la televisación (con un alto sentido estético) de la invasión de afganistan e Irak.
Coincido. Pero la especificidad del texto "la obra de arte en la era de su reproductividad técnica" se refiere justamente a como la estética festeja el ocaso político, la tragedia política de la guerra. Lo que la estetizacion de la política opaca es la violencia política, festeja la belleza de la obra pero no su génesis, sus efectos ni los cuerpos tajeados, o en el caso de las Torres Gemelas (que el musico Stockhausen dijo algo muy similar lo que le valió la pérdida de una mención) las víctimas de aquel (auto)atentado. En palabras del mismo Benjamin (a modo de misterio inconcluso) debemos responderle con la politización de la estética!....
ResponderEliminarSaludos Mr. Anonimo.
WalterEgo y Martin De Mauro