Juguetes perdidos: ponerse la gorra o coronar la gorra




(una línea de austeridad)
“el ajuste” es el epílogo de un consumo sin vitalidad, es su corolario: el enfriamiento de la economía tiene éxito si viene precedido de un enfriamiento de la vitalidad, de la intensidad que se ligaba al consumo; las políticas de enfriamiento no caen sobre cuerpos calientes por el consumo. Si así fuese no hubiera sido posible “extirpar” o recortar capacidad de consumo. Durante la década ganada el consumo implicó toda una gestión cotidiana de las fuerzas vitales; mística, energía, aguante, rebusque, agite, pero también engorramiento (“hay que sostener con el cuerpo lo que se compra con las cuotas”). El agotamiento del “modelo” vino primero en esa dimensión subjetiva, anímica, incluso antes que material... Antes de la brutal transferencia de ingresos económicos, existió una transferencia de energías sociales: del consumo exacerbado hacia el engorramiento, el muleo a secas y la tranquilidad “cueste lo que cueste”... (Los anti-todo, Marzo 2016)
Adelanto de “La gorra coronada”. Diario sobre el macrismo; Tinta Limón Ediciones, Noviembre 2017.

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