La dimensión fáctica y orgánica de los cuerpos es teorizada por Haraway por cuanto el cuerpo es un agente y no un recurso. Así, los cuerpos como objetos de conocimiento activos (llamados «actor material semiótico») son nudos generativos materiales y semióticos. Sus límites son el producto materializado de la interacción social, de ahí que los límites corporales ni empiecen ni terminen en la piel. Lo que significa que los cuerpos emergen en la intersección de la investigación biológica, de las prácticas médicas y otros negocios, de la escritura y de la publicación, de las tecnologías de visualización y también de las producciones culturales de todas clases, todas estas señaladas como metáforas y narrativas disponibles. Así, la encarnación cíborg es una prótesis que crea significados y cuerpos en nudos, inflexiones y diferencias de campos materiales-semióticos con vistas a una comunicación que otorga poder y empoderamiento. Incluso más, «el género
es una diferencia semiótica hecha carne» (Haraway, 1995: 240).
Cuerpos en escena - Materialidad y cuerpo sexuado en Judith Butler & Paul B Preciado
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