¿La muerte de la clínica?


En El nacimiento de la clínica (1963), Michel Foucault sugería que a cada modelo de poder corresponde un cuerpo sano y enfermo, una forma específica de gestión de la sexualidad y de la reproducción, una espacialización de las diferencias en la ciudad y una utopía de inmunidad nacional. ¿Cuál sería este modelo de gestión somatopolítica que caracteriza a las sociedades neoliberales contemporáneas?
Por una parte, las técnicas de apropiación y esclavismo, la gestión de la sífilis y la patologización de la locura y la homosexualidad -- que caracterizaron los siglos XVIII y XIX- se ven hoy desplazadas por nuevas técnicas de gestión de la migración, de cuerpo seropositivo y por la patologización y la producción mediática de la discapacidad, del autismo, de la obesidad, de la infertilidad, de la intersexualidad o de la transexualidad. La heterosexualidad como técnica de procreación naturalizada y legitimada políticamente, ha dejado paso a la comercialización de tecnofluidos y de materiales genéticos. La figura del cuerpo endeudado, como bien ha escrito Maurizio Lazzarato, emerge de la condición neoliberal.
Las políticas feministas y homosexuales de los años 70 del pasado siglo se caracterizaron por un esfuerzo en entender eso que Foucault llamó el "nacimiento de la clínica", buscando desmantelar sus instituciones disciplinarias: la familia, la escuela, el hospital, la prisión o la fábrica.
Sin embargo, el contexto político ha cambiado radicalmente: la nueva gestión neoliberal, la economía de la deuda y los recortes de servicios sociales anuncian una intempestiva muerte de la clínica. Paradójicamente, este derrumbe de las instituciones disciplinarias anuncia un insólito proceso de privatización y transformación de la clínica en industria farmacopornográfica.
¿Cómo entender este desplazamiento? ¿Cuáles son las nuevas formas de activismo y los lenguajes críticos capaces de hacerle frente?

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