Activismo Gordo: Charlotte Cooper

No hay necesidad de esta histeria por la epidemia de la obesidad
Cuarenta años de activismo “gordo” demostraron que las personas con alto peso corporal pueden mantenerse saludable sin estar a dieta
Charlotte Cooper
The Guardian, Monday 18 February 2013 13.07 GMT
 traducción gentileza de Pepe Lumpen para el Gorda! zine
(Epígrafe)
Clases especiales de natación donde las personas gordas pueden entrenar y socializar sin miradas prejuiciosas.
Foto: Agencia Sipa Press/Rex Features
Otro día, otro informe urgente de un prestigioso cuerpo de profesionales de la salud exigiendo que se haga algo con la cuestión de la obesidad. Dicen que se trata de una emergencia médica: el cielo se cae a pedazos. Perdonen mi cinismo pero desde que la Organización Mundialde la Salud publicó el primer informe de este tipo en el año 2000, el enfoque alarmista sobre la salud de las personas gordas dominó el debate.
No es de extrañar que una parte importante de los estudios sobre obesidad, un campo académico emergente, está dedicado a deconstruir la retórica hiperbólica de la obesidad epidémica.
El informe de la Real Academia de Colegios Médicos sigue esa misma línea. Sus recomendaciones incluyen propuestas sensatas e inofensivas - como por ejemplo, mejorar las normas de nutrición de los hospitales, o limitar los establecimientos de comida rápida – pero también otras detestables y agresivas. La RAdCM estimula al personal del Servicio de Salud para que intimide a los pacientes con comentarios sobre su peso pero, ¿qué persona gorda en su sano juicio podría ir al médico con una verruga, o una erupción que podría revelar una enfermedad mortal, si saben que le van a dar un sermón?
La difusión cada vez mayor de la cirugía bariátrica, mientras tanto, es escalofriante. Uno estudio de Pennsylvania demostró que las personas que se sometieron a este tipo de cirugía fallecieron a una edad más temprana que quienes no lo hicieron, y hubo 440 muertes en total, de 16.683 procedimientos. Otros informes indican que la tasa de mortalidad es menor, pero las complicaciones de la cirugía como las hernias, infecciones, neumonía, problemas en la vesícula y otras consecuencias de una nutrición deficiente, son comunes.
Estas intervenciones son ineficaces -o peor-  porque tratan a los “obesos” como una población patológica abstracta, y no como un grupo de personas que forman parte del entramado social. Se considera a la pérdida de peso como el remedio para todos los problemas sociales y de salud asociados con la gordura, a pesar para la mayoría de las personas sea casi imposible de mantener en el largo plazo, incluso para aquellas que han sufrido intervenciones quirúrgicas. Lo triste de esto es que las personas tienden a culparse a sí mismas cuando la pérdida de peso fracasa.
Las propuestas de la RAdCM tienen buenas intenciones pero no promueven la salud, sino que contribuyen a una narrativa de la culpa, el castigo, el prejuicio y el estigma. Lo único que se ve saludable en este contexto es el brillo en los ojos de los directores generales de la industria de las dietas cuando piensan en sus ganancias.
Cuarenta años de activismo gordo han demostrado que hay otras formas de promover la salud para las personas con un alto peso corporal.
We Dance fue la primera organización que impulsó el ejercicio en grupo para personas gordas, en San Francisco en 1980. Dirigida por DebBurgard, constituyó un ambiente seguro y de apoyo para personas que nunca se habían cómodas en las academias de baile. A partir de esta experiencia, se promovieron también clases de yoga, clubes de boxeo, y grupos de gimnasia en los que los movimientos se modifican parabeneficiar a cuerpos grandes.
Las clases de natación para gordos, sesiones especiales de la piscina donde pueden entrenar y socializar sin miradas prejuiciosas,también comenzaron en California en la década de 1980. La iniciativa se repitió en otros lugares y próximamente se desarrollarán clases similaresen Londres. Aquaporko, el exitoso proyecto australiano del nado sincronizado de gordos, emergió de la escena y su documental se estrenó en el Festival de Cine Mardi Gras de Sydney.
Otras iniciativas saludables del activismo gordo incorporanproblemáticas más amplias. La huerta de Galadriel Mozee, en Oregon (Estados Unidos), combina la comida y la justicia social, la salud y la educación. Otro ejemplo son los talleres de autodefensa y salud para gordossesiones en las que se enseñan las habilidades para lidiar con los sermones médicos, defendidos por la RAdCM, que en realidadobstaculizan el acceso de las personas a una atención sanitaria adecuada.
El desarrollo y mantenimiento de estos proyectos no precisan mucha inversión y lo más importante es que no provocan ningún daño ni fomentan el odio, la discriminación o el estigma hacia las personasgordas. Lo que estas iniciativas tienen en común es que no piensan la gordura como una simple ecuación de las calorías consumidas y quemadas, sino que reflejan las dimensiones sociales de la gordura, queson complicadas. Se centran en el bienestar y no en la pérdida de peso, fomentan los lazos comunitarios, el conocimiento y el intercambio deconocimientosLas personas gordas participan y difunden los proyectos porque en ellos encuentran mejores resultados de salud, la aumentan su confianza y enriquecen sus lazos sociales.
Estos son los lugares en los que las personas gordas mejoran su salud, no en la mesa de operaciones o bajo las miradas prejuiciosas del sentido común. Sin embargo, muchos profesionales de la salud todavía tienen que comprometerse con esta tarea. Están desconectados de la realidad cotidiana porque la obesidad se convirtió en un asunto de alta política, alejada de lo que las personas gordas quieren y necesitan. Si los cuerpos profesionales como RAdCM están preocupados verdaderamente por la obesidad y la salud, en vez de intentar complacer a Jamie Oliver, a la industria de las dietas y a los números de las organizaciones no gubernamentales, deberían empezar a prestar atención a los nadadores, boxeadores, jardineros y bailarines gordos.
http://gordazine.tumblr.com/post/44451334604/charlotte-cooper-en-castellano

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